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Covid-19 y Embarazo – Estudios iniciales no indican mayor vulnerabilidad

Covid-19 y Embarazo:

Estudios iniciales no indican mayor vulnerabilidad

La embarazada se ha considerado población vulnerable ante infecciones virales de tipo respiratorio como la influenza (H1N1) y el SARS-CoV; por lo que ante el surgimiento del nuevo coronavirus Covid-19 las alertas también se activaron.

No obstante, a la fecha por reportes iniciales de experiencia en China y según la misma Organización Mundial de la Salud (OMS), no existen pruebas científicas que respalden que el embarazo es un factor de riesgo que la convierte  en población vulnerable.. Esto no significa que son inmunes, el embarazo conlleva cambios físicos que no las eximen de contraer infecciones virales respiratorias.

En este sentido, un documento del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG, por sus siglas en inglés), ha creado un algoritmo para ayudar a los profesionales a evaluar y tratar rápidamente a las mujeres embarazadas con exposición conocida y/o síntomas consistentes con COVID-19 (personas bajo investigación [PUI]), para evaluar la necesidad de tratamiento o profilaxis.

Por lo tanto, todas las mujeres embarazadas deben igualmente realizar esfuerzos para prevenir las enfermedades, así como han de recibir un tratamiento prioritario, pues si tienen un mayor riesgo de sufrir efectos adversos. Enfermedades como la diabetes y la hipertensión las hace tan vulnerables como a las demás pacientes no embarazadas y los hombres.

Estas medidas incluyen las universales:

•   Evitar el contacto directo con personas que estén tosiendo o estornudando

•   Llavarse frecuentemente las manos con jabón y agua o soluciones de base alcohólica de forma frecuente

•   Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo o el codo al toser y estornudar.

En el caso de la mujer sintomática, se le realiza la prueba diagnóstica establecida. Si no presenta síntomas, pero reporta haber tenido contacto con algún casos sospechoso o positivo, se le ordena cuarentena por entre 14 y 21 días, para monitorear el desarrollo o no de síntomas. De presentarlos, se iniciaría el proceso que se le da a los casos sospechosos hasta su diagnóstico.

El manejo de esta paciente, debe contemplar su condición como gestante y los riesgos propios que su condición; así como sus morbilidades previas y asociadas al embarazo.

Cabe destacar que aún no se dispone de una vacuna que prevenga el contagio ni de un tratamiento que haya demostrado ser eficaz y que cure el virus. Lo que sí existe es un tratamiento recomendado para atenuar los síntomas. Las mujeres embarazadas que han contraído o pueden haber contraído el virus, deben recibir los tratamientos de apoyo recomendados por la OMS para los pacientes adultos, teniendo siempre en cuenta los consejos de su médico gineco-obstetra.

Lactancia

Si no existe diagnóstico positivo, no se debe separar a las mujeres lactantes de sus recién nacidos, ya que no existen pruebas que indiquen que los virus respiratorios se pueden transmitir mediante el proceso de lactancia, según indica UNICEF.

En este sentido, las madres pueden seguir dando el pecho a sus hijos siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias, las cuales se indican a continuación:

•   Las madres que presenten síntomas y estén en condiciones de dar el pecho deben llevar una mascarilla cuando se encuentren cerca del niño y también durante la lactancia, lavarse las manos antes y después de estar en contacto con él (lo cual también se aplica a la lactancia), y limpiar o desinfectar las superficies contaminadas.

•   Si una madre no está en condiciones de dar el pecho, se la debe animar a extraerse la leche. Al momento de alimentarlo, debe igualmente llevar una mascarilla, lavarse las manos antes y después de estar en contacto con el niño, y limpiar o desinfectar las superficies contaminadas.

Para más información

Patricia Figuera Ochoa

Tel. +507 6780-4290

comunicaciones@spogpanama.org